La DGT orquesta una campana de desinformacion sobre el casco

spain is different

 

El diario “El País” acaba de publicar un artículo que puede considerarse como el compendio de toda la desinformación que la DGT ha ido generando para justificar la imposición del casco a los ciclistas urbanos. Veamos algunos ejemplos:

1.- Alarmismo demagógico: El artículo comienza diciendo que “el 70% de los ciclistas fallecidos en 2011 perdieron la vida por una lesión cerebral” La verdad es que, según los datos de la propia DGT, que pueden consultarse en http://bicicletas.us.es/?p=4113#t6, el porcentaje de ciclistas fallecidos por lesión craneo-encefálica entre 2005 y 2010(nosotros aún no conocemos en detalle los datos precisos de 2011 y 2011)  nunca pasó del 50%. Además, la mayoría de ellos (más del 75% todos los años) fallecieron en carretera, donde el casco ya es obligatorio. En los últimos años, los ciclistas fallecidos en ciudad por herida craneo-encefálica no han superado la decena ningún año, siendo inferior a 5 en el periodo 2008-2010 (no olvidemos que lo que la DGT pretende imponer ahora es al casco obligatorio en ciudad).

2.- Torpeza: El artículo afirma que “el 37% de los ciclistas que murieron en 2012 no llevaban casco”. Es decir, que el 63% sí llevaba casco. No es demagógico decir esto, porque la mayoría de los ciclistas en España no lleva casco (no es obligatorio en ciudad), así que lo que indica la cifra del 37% es que la mayoría que no lleva casco tiene menos riesgo de muerte (37% de fallecidos) que la minoría que si lo lleva (63% de fallecidos). Evidentemente, la explicación es que los ciclistas de carretera (que mayoritariamente llevan casco) están sometidos a mayores riesgos que los de ciudad. Curiosamente, la DGT no plantea  ninguna medida para mejorar la seguridad de los ciclistas de carretera.

3.- Falsedades injustificables: “Aunque ni las fuentes hospitalarias ni las policiales diferencian entre las víctimas mortales que llevaban o no casco y entre las que sufrieron el siniestro en ciudad o en carretera”. Esto es simplemente falso, como puede verse en los informes anuales de la DGT y en los datos más pormenorizados de http://bicicletas.us.es/?p=4113#t6.

4.- Manipulación grosera de  cifras: “Holanda, el paradigma de país en cuanto a infraestructuras para circular en bicicleta de forma segura es, al mismo tiempo, el país europeo con una mayor tasa de mortalidad de ciclistas, de 10,7” y un poco más adelante “La tasa de España, de 1,3, es la menor de Europa”. Esas tasas no son significativas, ya que lo que importa es el riesgo que corren los ciclistas holandeses y españoles, que puede medirse en fallecidos por miles de millones de km (MM-km) recorridos en bici. Cuando se mide de esta manera, la tasa holandesa es de 15 ciclistas muertos por MM-km, y la española de 50 ciclistas muertos por MM-km, más de tres veces superior y la más alta de Europa.

5.- Más manipulación de cifras: “Según fuentes sanitarias, en 2011 ingresaron 3.322 personas que habían sufrido un accidente en bicicleta, 1.024 más que en 2010 y 1.665 más que en 2000.” Lo relevante, en cualquier análisis de riesgo, no son las cifras totales sino las relativas al número total de ciclistas (o de km ciclados). Y el propio artículo reconoce que el número de ciclistas aumenta año a año

6.- Más falsedades: “es previsible que el número de ciclistas heridos graves de 2012, un total de 572, según el balance de Tráfico de ese año, sea aún mayor, una vez que se conozcan los datos del Ministerio de Sanidad, ya que el informe de la DGT solo incluye los accidentes en los que se vio envuelto algún vehículo a motor” Esta última es una frase que hemos escuchado ya alguna vez a la Directora de la DGT. Sorprendentemente, es falsa. En el decreto en que se fijan las normas por las que se guían los agentes de tráfico para recoger datos de accidentes (BOE 24 de febrero de 1993) se puede leer que se recogerán datos en los que esté implicado “al menos un vehículo en movimiento” (no un “vehículo a motor” ¿O Dª María Seguí considera que “vehículo” y “vehículo a motor” son sinónimos).

Por otro lado, el anexo gráfico del artículo no da datos de ciclistas heridos graves (solo el total y los fallecidos). Si los diera, se vería que el número de ciclistas heridos graves se ha venido manteniendo constante a lo largo de los últimos años, a pesar de que el número total de ciclistas ha aumentado.

7.- Argumentos torticeros: “la evidencia en la utilidad del casco en la reducción de lesión craneoencefálica … es “incuestionable”, según avalan “más de 150 artículos científicos”.” Nadie discute la eficacia del casco para prevenir determinadas lesiones en determinadas circunstancias, ni está en contra del uso voluntario del casco. Lo que se discute es si los posibles beneficios de las leyes que obligan a usar el casco no se verán superados por sus inconvenientes al reducirse el uso de la bicicleta, con el consiguiente aumento de accidentes en otros modos (los que dejan la bicicleta es de suponer que se pasarán otros modos, algunos más peligrosos, como la motocicleta), así como de las tasas de obesidad y enfermedades coronarias. Esto es lo que afirman los estudios científicos sobre los efectos de las leyes de casco ciclista obligatorio.

8.- Contradicciones palmarias: la DGT no se ha atrevido todavía a dar el paso de imponer el uso del casco ciclista e intenta buscar un consenso” y, más adelante “La decisión se tomará una vez que concluya el debate sobre esta cuestión que se celebra en la subcomisión de Seguridad Vial del Congreso, a petición de la propia María Seguí”. Sin embargo, como el propio artículo informa, el Ministerio ya ha decidido imponer el casco obligatorio a los “menores” de 18 años, y dejar la decisión sobre los mayores a la DGT. En estas condiciones ¿Qué papel le queda a la citada subcomisión? ¿El de lavar la cara de una decisión ya tomada?

 

ConBici. Coordinadora nacional de la bicicleta.


Por qué decimos #NoAlCascoObligatorioConBici

No se trata de casco sí o casco no, el casco no es malo, ¡ni mucho menos! De hecho muchos ciclistas deportivos lo usan e incluso alguno en ciudad. La cuestión es que España es uno de los pocos países, por no decir el único gran país de Europa, donde el casco es obligatorio en carretera y no por ello los ciclistas españoles están más protegidos.

 

 

 

El Gobierno, ajeno a la realidad ciclista que vive el país (cabe recordar que lo más cerca que están el 99% de los políticos de una bicicleta es la ventanilla del coche oficial), pretende desincentivar su uso y criminalizar a quienes optamos por este medio de transporte.

¿Cómo? Mediante la última medida anunciada:

 

El despropósito es doble:

– Prohibido bicis por las aceras (todas las aceras) 

– Obligatorio circular con casco (en ciudad y en carretera)

Ambas medidas, tomadas de manera unilateral y desligadas de un paquete que apueste por la seguridad vial: disminución de velocidad en las ciudades, pacificación de las calles, infraestructuras ciclista, incentivos para ir al trabajo en bici, etc.

 

Las medidas que plantea el gobierno a través de la DGT son inefectivas, populistas y arbitrarias.

 

 

Hace unas semanas el Ayuntamiento de Sevilla dejaba meridianamente clara sus prioridades en materias de movilidad, mediante una intervención de su portavoz en la SER: queremos incentivar el uso de la moto.

Las motos en Sevilla aparcan en las aceras, por tanto circulan por ellas, vehículos a motor, de más de 200kg y que alcanzan altas velocidades. Las bicicletas, autopropulsadas y que se pueden adaptar a la velocidad del peatón, pasarían a estar prohibidas de aprobarse esta reforma pero ¿en todo caso? ¿y los amplios espacios peatonales de nuestras ciudades? ¿y aquellos espacios que llamamos «peatonales» pero conviven peatones, tranvía, ciclistas…?

El portavoz del Ayuntamiento de Sevilla declaraba en la SER: «hay motos en las aceras que no molestan». En 2011 el uso de la bicicleta en Sevilla (9%) ha superado por primera vez  a la motocicleta (8%). Sevilla es, tras Barcelona, donde más se usa la moto en España.

 

Quieren más motos y menos bicis

Ignoran la realidad: bicicleta y transporte público, firmes aliados (1 euro invertido en infraestructura ciclista, son 2 euros en transporte público según se dio a conocer en velocity 2012 en Vancouver), son la solución a la movilidad en las ciudades del siglo XXI. Se les hace difícil legislar contra algo que es un éxito en algunas ciudades españolas (Sevilla, Barcelona…) y que por alguna razón (cuestión de intereses, falta de cultura, incivismo…) no quieren que cale en el resto del país. 

La idea es criminalizar al ciclista: multar a ciclistas sin casco o que circulan por las aceras. No es de extrañar que el Ministro de Medio Ambiente coleccione coches y tenga acciones en petroleras (declaración de bienes de parlamentarios), el concejal de Medio Ambiente de Sevilla va en coche a trabajar y considera que el dinero del carril-bici debería haber sido invertido en la autovía SE-35cuestión de prioridades y de intereses.

Buscan dividirnos, enfrentarnos, aunque la opinión generalizada es a favor de la libre elección del uso del casco, quieren llevar la voz cantante en el debate con estos globos sonda.

Mientras tanto, la realidad es que el 80% de la ciudad es para el coche, diseñada para moverse en coche, ocupada por coches. La realidad es que el diesel mata (OMS), que ellos van al gimnasio en coche oficial y que se rinden ante poderosos intereses (automovilísticos, grandes constructoras, aseguradoras…) mientras vemos como dilapidan dinero público en infraestructura del S. XX para vehículos de 2 toneladas que alcanzan cientos de grados de temperatura…

 

 

Volvamos al absurdo del casco:

Australia, uno de los pocos lugares del mundo donde el casco es obligatorio en bici para todo tipo de trayectos y a todas las edades, vio mermada su comunidad ciclista en un 30% cuando se instauró esta ley. Es decir, Sevilla con 72.000 ciclistas urbanos diarios, perdería unos 20.000. Todo ello, para mejorar supuestamente su salud, es decir, que vuelvan a coger el coche: contaminante, agresivo, con más accidentes y en el caso de los diesel, causantes directos de cáncer de vejiga y pulmón -la OMS ha tardado en reconocer lo que era un secreto a voces- para que la estadística mejore en décimas porcentuales, ¿es una actitud lógica?

El remedio sería peor que la enfermedad: el descenso en el uso de la bicicleta como medio de transporte urbano tiene como consecuencias: mayor sedentarismo, tráfico, enfermedades pulmonares, cáncer… frente a una mejora en la seguridad ciclista que no es apreciable (numerosos estudios lo confirman). De hecho, está demostrado, a más bicicletas, menos accidentes y más seguridad.

En Sevilla, se hacen millones de desplazamientos en bici cada año y solo ha habido tres fallecidos desde 2007 hasta hoy: ¿se habrían salvado por llevar casco o murieron atropellados? La mayor parte de los ciclistas muertos en carretera llevaban casco. ¿Se ríen de nosotros y juegan con algo tan sensible como la seguridad vial en base a los intereses de aseguradoras y automovilísticas?

 

 

Señoras y señores:

¿Quieren ciclistas y ciudades seguras? ¿les preocupa nuestra salud? Inviertan en la bicicleta:

1) Vayan al Congreso, al Parlamento, a la Diputación y al Ayuntamiento en bici. Quizás se les pega algo de la realidad que les rodea y a la que viven ajenos-

2) Dejen de considerar la bicicleta un mero elemento deportivo. En Sevilla desplazan al 9% de la población en un día laborable. Y no, no llevamos casco para ir al trabajo, coger una bici pública después de ir a cenar con los amigos o ir de compras. Y no lo vamos a hacer.

3) Limiten la velocidad en áreas residenciales, pacifiquen las ciudades, inviertan en infraestructura ciclista…

4) Incentiven fiscalmente el uso de la bici para ir a trabajar, instauren «al cole en bici» como política estatal, dejen al coche un espacio residual, inviertan en transporte público…

5) Visiten Sevilla. Quizás se sorprendan.

 

Foto de _Mercedes_ Instagram
Foto de _Mercedes_ Instagram

Firma la petición pública al gobierno: #NoAlCascoObligatorioConBici

 

Enlaces de interés:

Seguridad ciclista en España

Comunicado de la Asamblea Ciclista de Sevilla (A Contramano)

Posición de la Coordinadora de la bicicleta en España (ConBici)