Probablemente sea lo menos parecido a un carril bus de todos los que hemos visto en esta ciudad, pero han llegado para quedarse (por poco tiempo)
Separado del resto del tráfico por una gruesa línea discontinua, escasa señalización, sin separadores físicos y con aparcamientos a un lado. ¿Qué se pretende conseguir con este despropósito?
– En primer lugar, jugar la carta verde: el Ayuntamiento dice hacer algo por el transporte público.
– En segundo lugar, reponde a una demanda histórica de TUSSAM, la empresa municipal de transporte.
– En tercer lugar, el fracaso estrepitoso al que están abocados estos pocos km de carril bus justificará la vuelta del doble sentido a Luis Montoto y Eduardo Dato, objetivo último y a la vez más importante del Gobierno Local en materia de inmovilidad.
Muy pronto, todo volverá a ser como antes. No ha llegado Septiembre y la señalización horizontal apenas se ve, el carril bus se invade sistemáticamente, la doble fila y carga/descarga es crónica… cuando llegue la vuelta al cole y al curro, ¿qué quedará de todo esto?
La falta de seriedad en materia de movilidad de este gobierno llega a su máximo nivel desde la derogación del Plan Centro el verano pasado. Por cierto, el único barrio que no ha visto llegar (ni está planeado que llegue) esta red de carriles bus es Los Remedios. Pura casualidad, no vaya a molestar.
Mientras tanto, la sevillanía más pura: doble fila, el ratito para el bar, la motito en la acera y aparcar en el centro, se impondrá al mayor éxito y quizás, uno de los pocos motivos de orgullo de esta ciudad en la última década: el enorme crecimiento del uso de la bicicleta (x6 en 5 años) y la peatonalización del centro y algunos barrios.
Habrá que esperar que lleguen dirigentes a la altura de la ciudad. El pueblo ya ha demostrado que al menos, con la bicicleta, la respuesta ha sido ejemplar.
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